viernes, 7 de marzo de 2008

6 - Valoración global de mi paso por AC

Pasados ya algo menos de 8 años desde que dejé de ser consultor, dispongo de una buena perspectiva para valorar ( “big picture” ) mi paso por AC. El balance final es positivo sin ningún género de dudas.

Por supuesto tuvo sus cosas malas ( algunas muy malas ) pero también buenas ( algunas muy buenas ). Por tanto en ningún momento lo evoco como un pasado tenebroso y oscuro, sino, todo lo contrario, como una etapa de mi vida que me reforzó como persona en numerosos aspectos. Se podría adaptar un análisis SWOT ( o DAFO, para entendernos ) para valorar mi paso por AC.

Debilidades ( lo malo ) :

- El elevadísimo esfuerzo traducido en jornadas interminables de trabajo y fines de semana completos durante periodos de varios meses en las puntas de proyecto.
- El overtime cultural imperante.
- El pretender que la diferencia entre las horas necesarias para hacer un proyecto y las horas necesarias para que te lo compre el cliente, lo aporten los espinazos de los miembros de tu equipo “by the face”, a cuenta del overtime no pagado pero exigido ( "overtime no cultural" ).
- El tener que soportar a especimenes humanos ( los menos, afortunadamente ) repugnantes, dioses en su propio mundo de vanidad, inútiles con mucha labia y don de gentes, dictadores adictos al trabajo con tal de no ver a su mujer, etc....
- El impedirte saber que hay un mundo fuera de tu lugar de trabajo y que a las siete de la tarde de un jueves los parques se llenan de niños que juegan y hay pajaritos en los pinares.
- El haberme hecho aborrecer el traje ( esto ya para distendirme un poco ).

Fortalezas ( lo bueno ) :

- El haber conocido a grandes personas y personajes, algunos todavía amigos, con los que has convivido muchísimas horas y has compartido muchísimos momentos ( tanto tus compañeros como personas del cliente ). Algunas compañeras pasaban más horas conmigo que con sus maridos ( noches incluidas ).
- El haber mejorado notablemente mi nivel de inglés ( yo aprendí a hablar y entender el inglés en AC, hasta entonces sólo lo escribía y lo leía muy bien. Ya sabéis, ese inglés enlatado que todavía se enseña en este país ( haced una prueba : ¿a cuántos de vosotros os enseñaron en el colegio que la tercera persona del singular del verbo “to say” se pronuncia como el número seis y no como /ses/? ) donde eres matrícula de honor pero cuando te sueltan 4 semanas en Chicago te das cuenta de que no tienes ni idea de lo que te están diciendo y no te entienden cuando les hablas. ¡Que me lo den por escrito, por favor! ).
- El haber podido viajar a cuenta de AC aprovechando los cursos de formación en Chicago y otros destinos por clientes internacionales : he conocido las principales ciudades de EEUU ( Chicago ( cómo no ), Washington, Nueva York, Boston, Nueva Orleáns, Miami y San Francisco ) y otras como Lisboa, Ámsterdam y Tel Aviv.
- El haber reforzado mis aptitudes profesionales en cuanto a organización, pensamiento analítico, resolución metodológica de problemas ( no acometer el todo, sino sus trozos ), gestión de equipos, gestión de proyectos, conocimientos funcionales de sectores empresariales, conocimientos técnicos, etc.... aplicables a multitud de ámbitos de tu vida, incluso la personal.
- El haberme permitido llegar a donde estoy ahora gracias a la progresión profesional y salarial ya descrita ( igual hasta cuento dónde estoy hoy, ya veremos ) y a las circunstancias favorables de la vida.

Amenazas, tu vida personal y familiar :

- Mientras eres soltero, no es muy preocupante; pero con pareja ( e incluso con hijos ) la amenaza va creciendo. La de divorcio, me refiero. Conozco muchos casos de deterioro marital por cuestiones de interminables jornadas de trabajo.
- La jaula de oro ( o la centrifugadora ) : cada vez ganas más, cada vez gastas más, tu nivel de vida cada vez es mayor, con lo cual creas un círculo vicioso del que no puedes salir. Llega un momento que no puedes dejar de ganar 5.000 euros al mes porque no llegas ( es injusto e indecente decir esto, considerando los salarios medios del país, pero es una realidad, es la jaula de oro ).
- Convertirte en un prostituto y en un “soplapollas” es una gran amenaza.

Oportunidades, las perdidas :



Una clara oportunidad es haber podido cambiar de trabajo a mejor, en salario y horario, para además tener una visión global del proceso consultor-cliente, algo sumamente enriquecedor.

Siempre te planteas oportunidades perdidas. Siempre te imaginas en algún momento cómo sería tu vida ahora si fueras socio ( incluso siendo socio como los de ahora ), ganando 5 dígitos todos los meses y, sabiendo organizarte tu propio tiempo, pues ya eres más que nunca tu propio jefe en muchos aspectos y se espera de ti resultados y no esfuerzo, poder vivir medianamente bien ( a las 20h en casa, los viernes a las 15h, los fines de semana desde la blackberry, etc... ). En mi caso particular, esta situación imaginaria me dura 30 segundos. Os lo digo muy sinceramente, no renunciaría a la vida que tengo ahora mismo por ganar tanto dinero. Para mi no me merece la pena. Claro está, que he tardado unos años en tenerlo así de claro, y, sobre todo, en poder hacerlo. Pero estas son mis circunstancias. Cada cual que valore su situación y que trate de acomodar su destino. ( Además, siendo autocrítico, yo nunca hubiera valido para ser socio o director asociado, no estoy hecho de esa pasta, y mis jefes también lo sabían ).



En resumen : yo di mucho, pero recibí mucho también, y tengo que estar agradecido por haber tenido esta oportunidad. Y lo digo con total sinceridad, sin intención de quedar bien o ser políticamente correcto ( los que me conocen, saben que es así ).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca he sido consultor, pero por lo que cuentas (llevamos 6 entregas), se asemeja mucho a la de los Ingenieros enredados en proyectos "interesantes" en empresas "líderes" para clientes "importantes" :)

Anónimo dijo...

leborj no tiene nada q ver...
Quien pudiera volver a la carrera....

Anónimo dijo...

Se refiere al trabajo en una empresa de Ingeniería y sí que tiene que ver, aunque sinceramente los ingenieros viven mejor